Cuando fuimos al Palacio San José, vimos la Iglesia, y todas las habitaciones de la casa.
Una cosa que nos gustó y nos asustó a la vez, fue el salón de los espejos, con el maniquì de cera que simulaba la hija sentada en el piano.
Pero cuando llegamos, no teníamos guía y dimos varias vueltas al lago, Había patos y caballos.
También estaba la bomba de agua que utilizaban muy seguido.
Nos divertimos mucho en ese viaje, y nos gustaría ir otra vez.
Florencia, Milagros y Agustina, 6º B.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario